Al llegar a la playa, la barca enterró
la quilla , el ruido de la madera rayada por la arena
amortiguado por el agua apenas si se escucho, era el final de una
travesía de muchos kilómetros o millas marinas u lo que sea que
eso se los dejamos a los que saben de mar y navegación marítima,
nosotros solo sabemos de el tiempo que va transcurriendo en ese
estado liquido con la atención puesta en el ruido de un motor, de
determinados HP y en las intenciones que se adivinan en los ojos de
los demás navegantes toda gente con sus propias ideas y las ganas
listas a salir del cuerpo para defenderse del mar o de la misma gente
que se acompañan para hacer más fácil el viaje y aun más larga
si se piensa en la esperanza que se lleva por dentro y las dudas de
que esa esperanza pudiera convertirse en una realidad, se hablaba
mucho en casa y sus alrededores de ese otro país grande que había
alcanzado la riqueza en tan poco tiempo se contaban tantas cosas ,
que porque no probar suerte? Al fin los antepasados los habían
dominado durante centurias enteras y tomando en cuenta que en
aquellos tiempos eran hombres de verdad dispuestos a morir por un
ideal por honor, dicen las murmuraciones que ahora a cambiado todo,
esos hombres de otros tiempos ya desaparecieron ahora son gente que
se vende por poco, por un poco de comodidad y un par de sueños de
grandeza, todo esto lo pensó durante la travesía en los ratos en
que la vigilia lo atormentaba con el hambre , la sed, y el cuidado de
las demás gentes que lo acompañaban en la travesía en este viaje
más por aventura que por necesidad, pero su cuerpo joven y su
espíritu aventurero, se lo habían estado exigiendo hacía ya
tiempo, y llegado el momento tomo la decisión de cruzar el tramo de
océano y probar suerte, la idea había sido primero llegar a
cualquiera de las islas canarias y con un poco de suerte la más
grande Tenerife, y lo habían logrado eran 18 hombres al principio de
la aventura, hoy que llegábamos solo eramos 16 , dos se quedaron en el
camino, si se le puede llamar así, metafóricamente a este inmenso
mundo liquido por el cual se ha cruzado tantas veces, y con diversas
intenciones , pero dos no eran muchas las perdida, si pensamos todas
las vidas que se han quedado truncadas en este atlántico, merodeado siempre por países colonia listas y carroñeros , y por mas pérfidas intenciones, así que
dos , pensándolo bien salía barato dentro de lo trágico que
pudieron ser los hechos a los que nos referiremos otro día, cuando
nos dé un poco de tiempo este contar y el humor se preste para
platicar de cosas feas como es la muerte sin sentido, porque existe
la muerte con sentido aunque parezca paradójico, incluso la muerte
sin causa solo por causa efecto nacimiento – muerte, ya tiene un
sentido, pero algunas muertes son prematuras, invocadas, buscadas,
anheladas, esas son las que no tienen una causa, son las inútiles,
las que causan dolor, y de estas se dan mucho, el problema es que
normalmente la gente no se da cuenta de esto.
Los naúfragos que llegaron a buen puerto agradecerán no haberse quedado en el mar bravío, mientras los dos que murieron dentro de un tiempo morirán en la memoria de los suyos.
ResponderEliminarBuen relato.
Navegar por el mar del engaño, para morir en el intento o llegar al puerto del desengaño.
ResponderEliminarVida, muerte?
Quiénes de ellos tuvieron más suerte?
Los que murieron físicamente o los que irán muriendo en vida lentamente?
Historia excelente llena de preguntas y de momentos que ya quisiera uno acomodar para que todo lo que se vive en su interior, salga mejor.
ResponderEliminarSoy un seguidor de tu blog
Te invito para que pases por mi espacio.
Un abrazo,
Luis Carlos
Saudades da volta/colordelamadera.blogspot.com